Sombras de rostros, rostros de marineros
de dónde venís, a dónde vais
de un lugar donde la luna se muestra desnuda
y la noche nos ha apuntado el cuchillo a la garganta
y a montar el borrico se ha quedado Dios
el diablo está en el cielo y allí ha construido su nido.
Salimos del mar para secarnos los huesos donde el Andrea (2)
en la fuente de los palomos, en la casa de piedra.
Y en la casa de piedra quién habrá
en la casa del Andrea que no sea marinero
gente de Lugano (3), caras de carteristas
esos que de la lubina (4) prefieren la aleta,
muchachas de familia, olor de bueno
a las que puedes mirar sin condón (5).
Y a estas panzas vacías qué les dará
cosas de beber, cosas de comer
fritura de chanquetes , blanco de Portofino
sesos de cordero al mismo vino
lasañas para cortar a las cuatro salsas
"pasticcio" agridulce de liebre de tejas.
Y en la barca del vino navegaremos sobre los escollos
emigrantes de la risa, con clavos en los ojos
hasta que la mañana crezca y se pueda retomar
hermana de los claveles y de las muchachas
dueña de la cuerda podrida de agua y sal
que nos ata y nos lleva a una linde de mar.
[traduzione di José Antonio Lozano]
(1) En genovés "Creuza", que en el área de Génova indica un camino suburbano que corre entre dos muros que, generalmente, determinan los confines de dos propiedades.
(2) En referencia a los mesones de la liguria de antaño.
(3) Lugano, ciudad de alto nivel, situada en el norte de Italia al pie del lago del mismo nombre. Fabrizio usa el nombre de esta ciudad para referirse a gente acaudalada, en contraste con los pescadores de la canción, gente mísera desde el punto de vista material.
(4) Lubina: Pez alargado de escamas muy grandes, color verdoso o grisáceo en el dorso y plateado en el vientre, con dos aletas dorsales muy diferenciadas, muy voraz (de ahí el nombre de lobo o lubina). Presenta una carne excelente. Preferir la aleta a la carne de la lubina es no entender nada de la mar.
(5) Pues no te contagiarán una enfermedad venérea.
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En una noche de fuerte temporal (en el cielo el diablo ha construido su nido), un grupo de pescadores, abandona su barca (borrico) por unas horas y van al mesón del Andrea para beber y comer cosas buenas. Allí verán a gente acomodada de tierra adentro (de Lugano), gente extraña y poco fiable a los ojos de un marinero (carteristas) y muchachas "de bien" de las de mirar y no tocar (las puedes mirar sin condón). Transcurren la noche entre risas (emigrantes de la risa), bebiendo, comiendo y despreocupados e inconscientes de las fatigas diarias (con clavos en los ojos). Con la llegada del nuevo día, las calles de Génova se perfumarán de flores (claveles) y muchachas, pero el destino de estos marineros ligures será el de siempre, un eterno adentrarse nuevamente en el reino de Neptuno, como tirados por una cuerda que los guía por un camino (creuza) del mar, camino de fortuna y muerte como el de nuestras vidas. Fabrizio usa términos de tierra firme y los aplica al mar: a borrico le da el significado de barca, a creuza (linde) le da el significado de camino sobre la mar (estela en el mar).
Canción bella y difícil, interpretadas por algunos como una metáfora de la vida como viaje; los marineros representarían a toda la humanidad y la pregunta clave, subyacente en toda la canción sería: ¿De dónde venimos y a dónde vamos?", pregunta sobre el sentido último de la vida; tras XXV siglos de filosofía, seguimos sin tener una respuesta definitiva y es por ello que los marineros-hombres, continuamos buscando la respuesta entre los "escollos" de la existencia, bebiendo para olvidar nuestro incierto destino, riendo para exorcizar la inevitable muerte, pero siempre esperanzados como la mañana, principio de renovación continua, y atados, como cordón umbilical, a la cuerda de nuestras vidas, para seguir recorriendo nuestro camino, nuestra linde o, como diría Antonio Machado, nuestra estela en el mar.
En el tramo final de la canción, se oyen sonidos y voces de los vendedores del castizo mercado del pescado de la plaza Cavour de Génova.
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